jueves, 28 de octubre de 2010

Relato: Fútbol

Fútbol

No recuerdo bien los inicios antes de tener memoria, pero en mi infancia el balón era uno de mis mejores amigos.
Los partidos por la tarde, después de terminar las clases, eran la alegría del día.
El timbre de mi casa anunciaba que mis amigos ya me esperaban, pues faltaba yo y el cuero circular.
Rápido iniciaba el descenso por las escaleras y al pisar el asfalto de la calle lo primero que hacia era botar el balón. Stefan le daba con la cabeza, para que Oliver lo parara en seco con el pecho para que mi hermano le diera un chutazo que hacia vibrar las ventanas del vecindario. Atravesábamos el bosque que separaba el césped rodeado por arbustos en las proximidades de la estación de trenes. Era nuestro campo, nuestro estadio proclamado con orgullo por nuestro equipo del barrio. Aquel día nos tocaba enfrentarnos contra nuestro rival más encarnecido, una mezcla de extranjeros y autóctonos chavales del barrio de enfrente. Al entrar en el recinto el aroma de la hierba del campo me motivaba de especial forma. Estaba listo para correr y volar como lateral defensivo. En ocasiones mi valor era tanto que pasaba de medio campo, iniciaba mis regates de piernas dobladas que desconcertaba por completo a mi oponente, y daba ese pase, ese centro, que en ocasiones finalizaba en goles tremendos festejados con euforia.

El Fútbol no solo lo jugaba en carne y cuerpo, lo seguía día si, y el siguiente también. La onda corta me transmitía los partidos de mi tierra lejana, gastaba libretas y libretas, para convertirme en una eminencia de las estadísticas futbolísticas. Sabia que jamás podría ser futbolista profesional, pero mis conocimientos de clubs, historiales y glorias no paraba de crecer. Los años pasaban, también las Ligas, Competiciones Europeas y Mundiales, y el Balón seguía rodando para mi y no en vano siendo el Deporte Rey por excelencia. Sigo queriendo al Fútbol, sin fanatismo, y por fin … esta vez si … estuve presente al iniciarse ese disparo que hizo a España Campeona del Mundo 2010. ¡Inolvidable!

Avaherz

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