domingo, 9 de enero de 2011

Poesia: LA ESFERA - II. Unidos en la verdad

LA ESFERA

II. Unidos en la verdad

Concluyo la introducción.
Ahora profundizamos más en el verdadero ser de la emoción.
¡Escucha si puedes!
Las manos delicadas de una doncella,
vestida con la despreocupación del ¿Qué voy a comer mañana?,
inician la partidura de un romance pianístico
que nos atrapa deliciosamente en nuestra necesidad de “sentir”.

Que poco pedimos,
que fácil es darlo.
Sentir la fluidez de la melodía en el olfato,
sentir haber ayudado,
sentir el llorar por la vanidad de la soledad,
sentir tal vez que somos esencia universal de un ciclo divino
y no carne perecedera.
El sentir es un signo de esperanza que no podemos dejar
que se evapore en resignación.

Invertimos nuestro cruel fingir
en aroma de un pétalo de rosa.
El rocío de las mañanas predica para labios de tantas mentiras,
un respiro para las delicias interiores de los mansos.
¡Toc!, una vez. ¡Bum, Bum!, dos veces.
Los tambores de tu conciencia vibran a la altura de la verdad.
No pares, porque mientras sigues tu evolución
hacia nuevas impresiones acogedoras,
más convincentes serán tus palabras de apoyo hacia los demás.
Cortito se hace el hablar,
sin importancia deleitan los aplausos por las ilustraciones dadas.

Por si no lo notabas,
el papel se corta bien y sus letras invierten el proceso
de la destrucción de la vida
en nacimientos de arcos iris.
La era del rompecorazones termino.
Empieza la temporada de recoger flores campestres
a plenitud de distancia.
No tengas miedo por si te equivocas,
todos los que estamos anclados fallamos alguna vez,
pero siempre perdonamos, amamos a quien ama la humildad.
El presuntuoso Ser no tiene cabida en los limites de la esfera,
la exclusión del derecho de existencia,
amenaza a todos aquellos que se unen con los principios del caos.
Dar de beber al débil aún a cuesta de su propio sueño.
Si lo has olvidado, recuerda lo que has visto.

Avaherz

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